Por otro lado permitió que lo que había estado oculto reapareciera, el polvo bajo las alfombras volviera a volar libre y los esqueletos aparecieran dentro de cofres.
Y esto es muy grave. Por eso, otro día hablamos de cine, que hoy más o menos de esqueletos y cofres va este artículo.
Además de la carrera de armamentos, los dos bloques "corrían" otra que les podía aportar prestigio y ascendiente internacional. Se trataba de la carrera espacial. Ganada en las primeras fases por los soviéticos (Primer artefacto en el espacio, primer animal en el espacio, primer hombre en el espacio, primera nena en el espacio), luego por los estadounidenses (Primer hombre en la luna, primer laboratorio espacial, primer y único y probablemente difunto programa de transbordador espacial) y luego con alternas victorias y derrotas, hoy en día se basa todo en la cooperación internacional. Entonces no era así.
A veces los astronautas y los cosmonautas (Me gusta mantener la distinción entre los nombres que se asignan en cada sitio, dice algo acerca de la idiosincrasia de cada pueblo) se jugaban el pellejo en misiones con más agujeros de seguridad que el pellejo de Sonny Corleone. Si no, que se lo cuenten a Grissom, white, Chaffee, Komarov, Dobrovolsky, etc.
Cuando la perestroika abrió al mundo la Unión Soviética, un periodista norteamericano compro material documental procedente del programa espacial soviético. Le causó extrañeza una fotografía en la cual aparecían seis militares, los seis cosmonautas de un programa espacial. Había visto esa foto antes, es decir, cuando la publicó la URSS en época de las primeras Soyuz. Pero con cinco cosmonautas.
Tirando del hilo, descubrió lo que había pasado.
Después de la muerte de Komarov al fallar el paracaídas de la Soyuz 1, no se podían permitir otro fiasco. Así que lanzaron la Soyuz 2 y al poco la Soyuz 3. Oficialmente la Soyuz 2 era una nave vacía enviada para que el cosmonauta tripulante de la Soyuz 3, Beregovoi, intentara un acoplamiento en órbita. Estuvo a un metro, pero no pudo realizar con éxito el acoplamiento. Eso era todo. Oficialmente.
En realidad, en la Soyuz 2 viajaban Ivan Istochnikov y la perrita Kloka /*Inciso. La discriminacion positiva canina en los vuelos espaciales soviéticos no creo que les sentara muy bien a las perritas, visto lo visto... Fin del inciso*/. Beregovoi fue enviado posiblemente en misión de rescate, si bien puede que su misión fuera realizar el acoplamiento. Eso no está claro. Beregovoi se acercó a la Soyuz 2, pero las naves se acabaron separando. Allí tomó la foto de Istochnikov y de Klola en una misión EVA (Extra Vehicular Activity)
Al dia siguiente, en una nueva aproximación, Beregovoi constató que la otra nave tenía un boquete provocado por un meteorito, y que no había rastro de Istochnikov ni de Kloka.
Las autoridades soviéticas empezaron una de sus campañas de ocultación. Destruyeron pruebas, chantajearon a familiares y amigos... A todos los efectos, Soyuz 2 fue un vuelo automático.
Hasta la Perestroika.
Buena historia, ¿no?
No.
Bonita manera de quedarse con la gente. Al menos en este caso, los soviéticos no mintieron.
Un señor llamado Joan Fontcuberta (Si alguno sabe ruso, ya se habrá empezado a partir algo de su anatomía de la risa) manipuló las fotos para demostrar que la imagen (Y por tanto la información) es manipulable. La cara de Istochnikov es ni más ni menos que la del señor Fontcuberta. El resultado de este trabajo se publicó en la Fundación Sputnik donde en rojo sobre rojo se lee eso de "todo es ficción". Además, se realizaron exposiciones. Muchos medios y personas se creyeron a pies juntillas la noticia y la difundieron.
Así que... ojo con lo que os creeis :)
Por cierto, esta historia la leí en Microsiervos. Gran blog, os recomiendo que lo visitéis.
Post Scriptum: Si alguno se toma la molestia de mirar en Google por Istochnikov, veréis que hasta algún periódico de tirada nacional ha picado...
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