Györgi Ligeti ha muerto a los 83 años de edad. Austrico de origen húngaro, sufridor de los nazis primero y de los comunistas después, huyó a Austria "con un portafolios, un par de pertituras y un cepillo de dientes".
Uno de los más imporantes compositores contemporáneos, muere justo en una época en la que nos perdemos en pájaros, flores y pololos de la luna, ensalzamos a personas cuyo valor para ser ensalzados es ser mediáticos, es decir, quedar bonitos en los programas de la tele, y nos olvidamos de que muchos de los grandes de verdad, de los más grandes, han vivido y han muerto sin hacer ruido.
Resulta muy triste poner en Google la palabra "Ligeti" y que cueste trabajo encontrar la noticia de su muerte. Sobre todo cuando acabamos de sufrir un bombardeo de noticias de la muerte de una persona (Muy respetable y quizá una gran artista, no lo pongo en duda, pero en un universo musical distinto, y dudo de que sea la más grande, como se dice hoy) de la que se está hablando hasta de cómo se reparte su herencia.
Quede este artículo como homenaje a un gran compositor.
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